viernes, 18 de marzo de 2016

números complejos

Cuando elevamos cualquier número real al cuadrado obtenemos resultados positivos. a2>

(2)2 = 4  ó  (– 2)2 = 4

De allí que para que la raíz cuadrada de cuatro sea función, o sea, tenga una sola solución, los resultados se encierran en un módulo para que de positivo.

4 = | + 2| = 2

El problema surge cuando planteamos una raíz cuadrada de un valor negativo, como por ejemplo: – 4 
Ningún número real al cuadrado da como resultado un valor negativo, por lo tanto, para resolver esa raíz deberemos recurrir a un nuevo conjunto numérico distinto a los que habíamos visto: los imaginarios.

– 4 podemos expresarla como – 1 . 4 = – 1 .  4 = – 1 |2| = 2. – 1 

– 1 es la expresión problemática que hace que el número no pertenezca al conjunto de los reales sino al nuevo conjunto que llamaremos imaginarios, así que lo designaremos con la letra i, cada vez que lo veamos. Así que simplemente lo reemplazamos.

– 4 = 2. – 1 = 2i

– 8 = 2.2 . – 1 = 2.2i

– 49 = 7i

Número complejo

Es el número formado por dos componentes: una componente real y otra imaginaria.

z = 5 + 3i

El primer término es la real, en este caso el 5, mientras que el segundo término corresponde a la imaginaria. 

Esta forma de expresarlo se denomina binómica cartesiana (ya que está representada por dos términos): a + bi

Puede representarse en un eje de coordenadas dónde el componente real se ubica en las abscisas (eje horizontal) y la imaginaria en las ordenadas (eje vertical).



continuará... 

martes, 23 de febrero de 2016

vectores

Cuando hablamos de magnitudes las clasificamos en dos grandes grupos: las escalares y las vectoriales. En el presente artículo nos ocuparemos de estas últimas.

Lo primero que suele preguntarse un alumno cuando comienza este tema es ¿Cómo reconozco a una magnitud vectorial?

La respuesta es otra pregunta que debemos hacernos... ¿hacia dónde?

Pongamos un ejemplo para entender de que estamos hablando.
El desplazamiento es una magnitud vectorial, ya que podemos desplazarnos hacia la derecha, o hacia la izquierda, arriba o abajo. Es el motivo por el que podemos responder sin problemas la pregunta "¿hacia donde?"

Posiblemente tengas algunas monedas en tu bolsillo, si sumamos sus valores nos dará una magnitud (un valor), pero la pregunta ¿hacia dónde? carece de sentido en este caso... por que estamos frente a una magnitud escalar. Sólo podemos indicar una cantidad.

La pregunta ¿hacia dónde? apunta a dos características importantes de las magnitudes escalares, la dirección y el sentido.

El lenguaje coloquial (el que usamos todos los días) puede permitirse ser ambiguo, una palabra puede tener más de un significado. Esto no ocurre en ciencias como la matemática (o la física) donde cada término sólo puede tener un significado, de manera que no hay equivocación cuando nos referimos a él.

En el lenguaje de todos los días dirección y sentido son casi sinónimos, pero para las magnitudes vectoriales esto no es así. La dirección es la recta donde se ubica la magnitud vectorial, mientras que el sentido es hacia dónde se dirige sobre la recta (sobre la dirección).


Mira la foto de la avenida de doble mano que aparece a la derecha de este párrafo. La avenida representa la recta de acción. Todo auto que la recorra tendrá "esa" dirección. Ahora La calle tiene dos manos, dos sentidos. El que se desplace hacia adelante será positivo y el que vaya en sentido contrario, negativo.

Si ubicamos una calle perpendicular a la primera tendremos a los ejes cartesianos.

Dentro de los ejes cartesianos tenemos infinitos puntos, pero sólo necesitamos dos. Inventemoslos indicando sus coordenadas.


Primero pongamos al punto A cuyas coordenadas puede ser  (1, 1). Luego inventamos al punto B cuyas coordenadas serán (4, 5).

Por los dos puntos pasa una sola recta (que es la dirección de la magnitud vectorial) Ahora bien, tenemos dos posibilidades para el sentido, que vaya de A a B o de B a A. Para poder entender este concepto y hacerlo más fácil, ubiquemos una flecha cuya punta esté apunte primero a B (ya que su sentido va de A a B) y llamémosla AB. La otra flecha posible tendrá la punta en A y su comienzo en B, y le llamaremos BA.


En el dibujo podemos ver claramente los dos sentidos posibles. Esa flecha o segmento orientado lleva el nombre de vector.

Es interesante destacar que todo vector tiene un origen (A por ejemplo) y un final (B), así que el Vector AB. Si ubicamos el eje de coordenadas en el punto A (línea gris) nos queda que tanto A como B cambian de coordenadas. Las nuevas coordenadas de B corresponde a la resta de las coordenadas que A y B tenían anteriormente.



Pero no debemos confundirnos coordenadas de puntos con los complementos de un vector. Los valores asociados al vector AB se denominan componentes. Así A tiene coordenadas (1,1), B tiene coordenadas (4,5) pero el vector de AB tienen como componentes 3 y 4. Seguimos teniendo un par ordenado, AB = (3, 4).

Así que para hallar los componentes de un vector restando las coordenadas de sus extremos.


Calcula tú al vector BA para que sea (–3, – 4).

Generalicemos:

Sea A = (a, b) y B = (c, d); el vector AB lo calcularemos haciendo la diferencia entre las coordenadas de sus puntos. Siempre se comienza por el extremo final. 

AB = B – A = (a, b) – (c, d) = (c – a, d – b) 

El problema aquí es que puedes confundir los puntos (4, 5) y (1,1) con el vector (3, 4) ya que ambos son pares ordenados. 

Es muy importante indicar el origen del vector por que existen infinidad de vectores (3, 4) dependiendo del punto de origen. Y todos estos vectores poseen direcciones paralelas, o sea, pertenecen a diferentes rectas paralelas.

Todo vector posee posee dirección y sentido, pero además aparece una tercera característica que es la magnitud escalar del mismo llamada norma (o módulo).
Hay que destacar que la norma y el módulo no son sinónimos, la norma se refiere a la longitud del vector mientras que el módulo está asociado a un número. Por eso la norma se escribe con una doble línea, encerramos al vector entre dos líneas, ||AB|| mientras que el módulo se escribe encerrando un número entre líneas simples, |5|.

Para calcular la longitud del vector aplicamos Pitágoras:


De aquí en adelante el origen de los vectores será siempre el origen de coordenadas, por lo tanto se designará a un vector sólo con el punto que determina su extremo.
Sea A un vector de n dimensiones, A = {a1, a2, a3, . . . an} llamamos módulo, norma o simplemente longitud del vector al valor numérico (escalar) determinado por:


Resta de Vectores:

Restar dos vectores geométricamente implica "trazar" un tercer vector desde el extremo del primero hasta el extremo del segundo. Aritméticamente restamos las componentes verticales y horizontales entre sí.
A = (7, 2)
B = (5, 4)
A - B = (7, 2) - (5, 4) = (7 - 5, 2 - 4) = (2, - 2)

El origen de los vectores A y B es la coordenada de origen, 

Suma de Vectores

Si tenemos dos vectores podemos sumarlos y hallar un tercero (llamado en física: resultante). Hay autores que indican que una magnitud es vectorial si se los puede sumar mediante en método del paralelogramo. 

Método del paralelogramo: es un método geométrico en el cual trazamos dos segmentos paralelos a la dirección de cada vector, por los extremos de los mismos. Uniendo la intersección de los vectores y de los segmentos paralelos (puntos en color) obtendremos el vector suma.


Analíticamente, se suman las componentes. 
En ambos casos los vectores tienen su origen en el punto (0, 0)
A = (0, 5)

B = (5, 4)

A + B = (0,5) + (5,4) = (0 + 5, 5 + 4) = (5, 9)


Ecuaciones

Podemos definir a las ecuaciones como una igualdad entre expresiones algebraicas (sucesión de términos constituidos de números y letras, cada término es separado del otro por un signo "+" ó "-"), en la que intervienen una o más letras, llamadas incógnita (cuyo valor hay que averiguar).
Las expresiones que están a ambos lados del signo igual son los miembros de la ecuación: primer miembro el de la izquierda, segundo miembro el de la derecha. Se denomina solución de una ecuación a un valor o conjunto de valores de la incógnita (x), para los cuales se verifica la igualdad.

Una ecuación puede tener  ninguna, una o varias soluciones.

Por ejemplo:

5x – 9 = 1 es una ecuación con una incógnita con una solución, x = 2

x 2 + y 2 + 5 = 0 es una ecuación con dos incógnitas sin solución en el conjunto de los reales, pues la suma de dos cuadrados es un número positivo, a partir del cual no se puede obtener 0 sumándole 5.

2x + 3y = 15 es una ecuación con dos incógnitas que tiene infinitas soluciones, algunas de las cuales son: a) x = 0, y = 5; b)  x = 3, y = 3; c) x = 30, y = –15.

Dos ecuaciones se llaman equivalentes si tienen las mismas soluciones o ambas carecen de solución.

Así, la ecuación 3x – 7 = x + 1 es equivalente a 2x – 8 = 0 porque ambas tienen como solución única x = 4.

Tipos de Ecuaciones

Las ecuaciones con una incógnita suelen tener un número finito de soluciones, mientras que en las ecuaciones con varias incógnitas encontramos infinitas soluciones, las que suelen ser estudiadas cuando forman sistemas de ecuaciones. 

Podemos encontrar distintos tipos de ecuaciones con una incógnita: polinómica, racionales, exponenciales, trigonométricas…

Las ecuaciones polinómicas son de la forma P(x) = 0, donde P(x) es un polinomio en x, que al trasponer términos y simplificar adoptan esa expresión. 

3x3 - 5x2 + 3x + 2 = 0 es una ecuación polinómica.

Las ecuaciones polinómicas de primer grado, ax b = 0, se llama ecuación lineal. 

5+ 7 = 3  (es lineal). 

(– 5)2 + 3 = x2 – 1 Es una ecuación de grado dos sólo en apariencia. No hay que dejarse engañar, esta ecuación también es lineal. Al desarrollar y simplificar se obtiene:  –10x + 29 = 0. (la que llamaremos ecuación equivalente)

Las ecuaciones polinómicas de segundo grado que responden a la estructura: ax2 + bx + c = 0, se las denomina  cuadráticas. 
Son ecuaciones de este tipo: x2 - 5x + 3 = 0, ó (– 2)2 + 7x =5 + x. 
En este caso, se despeja x de manera que al final queda una ecuación cuadrática, o sea, un polinomio de grado dos.

Las ecuaciones radicales son aquellas en las que la incógnita está bajo un signo radical, como:
Las ecuaciones racionales son ecuaciones en las que aparecen cocientes de polinomios; por ejemplo:

En las ecuaciones exponenciales la incógnita está en un exponente: 2x = 8

En las ecuaciones logarítmica (inversa de las de tipo exponencial) la incógnita se encuentra afectada por el logaritmo, acordarse que la solución debe estar de acuerdo con el dominio de la función logarítmica): log (x + 1) = 10.

En las ecuaciones trigonométricas la incógnita está afectada por alguna función trigonométrica; por ejemplo:

sen (p/4 + x) – cos x = 1

Resolución de Ecuaciones

Resolver una ecuación es hallar su solución (soluciones), o podemos llegar a la conclusión que no tiene solución. Para resolver una ecuación, se pasa a otra equivalente cuya  apariencia sea más sencilla. Para averiguar el valor de x debe despejarse la letra incógnita. Para ello nos valemos de una propiedad matemática (propiedad uniforme) que nos permite poner un mismo número en ambos miembros de la expresión algebraica, siempre y cuando se mantenga la igualdad.

4x – 7 = 1 (tenemos esta ecuación)

4x – 7 + 7 = 1 + 7 

(Para que el – 7 se anule le sumamos 7, por eso se dice que un número que está restando "pasa" sumando).

4x = 1 + 7 

4x = 8

4x : 4 = 8 : 4 

(Para anular el cuatro que está multiplicando dividimos ambos miembros por 4, por eso se dice que un numero que está multiplicando "pasa" dividiendo)

Tiene una única solución: = 2.

Sin embargo, hay tipos de ecuaciones para cuya resolución se requieren técnicas especiales. Es el caso, por ejemplo, de las ecuaciones cuadráticas y bicuadradas.

Resolución de Ecuaciones Cuadráticas


No existe una única forma de escribir la ecuación cuadrática.

Generalmente las ecuaciones cuadráticas se presentan de la forma polinómica: 

 f(x) = ax2 + bx + c

la que se resuelve mediante la ecuación cuadrática


Por ejemplo, la ecuación 2x2 + 5x + 3 = 0 de coeficientes
= 2  (el valor que se halla al lado de x2)
= 5  (el valor que se halla al lado de x)
= 3  (el valor que se halla solo)

Se reemplaza cada letra por su valor en la fórmula y se resuelve obteniendo como máximo dos valores. Puede ser uno o ninguno.


Casos especiales

Las ecuaciones de segundo grado de los tipos siguientes se llaman incompletas porque les falta uno de los términos:

ax2 + bx = 0

ax2 + c = 0

Se pueden resolver aplicando la fórmula general, pero es más cómodo resolverlas despejando directamente la x.

En el primer caso:

ax2 + bx = 0 → (ax + b)x = 0

Como queda una multiplicación que da cero, una o ambas deben dar cero así que: una solución es = 0
y la otra se obtiene resolviendo la ecuación lineal ax + b = 0. 

Por ejemplo: 3x2 + 5x = 0 → (3x + 5) x = 0 → 3x + 5 = 0 ó x = 0,  despejando x concluimos que las soluciones son) = 0 y = – 5/3.

En el segundo caso:


Resolución de ecuaciones bicuadradas

Se llama bicuadrada a una ecuación polinómica de cuarto grado que no tiene términos de grado impar: ax4 + bx2 + c = 0 (1)
Si se realiza el cambio de variable x2 = Z, con lo cual x4 = Z2, entonces se transforma en una ecuación de segundo grado: 
aZ2 + bZ + c = 0 (2) Cada una de sus soluciones puede dar lugar a dos, una o ninguna solución de la ecuación inicial. Así, si Z es solución de la ecuación (2). 

Y como Z = x2, para calcular los valores de x debemos reemplazar por el valor de Z y sacar el módulo de x por lo que tendremos cuatro valores al final de la operación.

Por ejemplo, la ecuación bicuadrada: x4 – x2 – 12 = 0  se transforma, mediante el cambio de variable x2 = z, en la ecuación de segundo grado: z2 – z – 12 = 0 
Cuyas soluciones son:


Por tanto, las únicas raíces reales de la ecuación son x1 = 2, x2 = – 2.

Sistema de ecuaciones:

Conjunto de ecuaciones cuyas soluciones comunes se pretende hallar. Para indicar que varias ecuaciones forman un sistema, se abarca el conjunto de todas ellas con una llave.
Las ecuaciones de un sistema suelen tener dos o más incógnitas, por lo que cada una de ellas puede tener infinitas soluciones. Se llama solución del sistema a una solución común a todas las ecuaciones que lo forman. Resolver un sistema de ecuaciones es hallar todas sus soluciones o concluir que no tiene solución. Si dos sistemas de ecuaciones tienen las mismas soluciones o ambos carecen de solución, se dice que son equivalentes.
Los sistemas de ecuaciones sin solución se llaman incompatibles y los que tienen solución, compatibles. Dentro de los sistemas compatibles podemos tener: sistemas compatibles determinados, que tienen una sola solución o los indeterminados que tienen infinitas soluciones. 

Sistemas de Ecuaciones Lineales:  

Una ecuación con varias incógnitas es lineal si es de la forma:

 ax + byc,     ó     ax + by + czd, …,

es decir, si las incógnitas aparecen sin exponentes (elevadas a 1).

Repitamos para que quede claro: Un sistema de ecuaciones lineales compatible, o bien tiene solución única (es determinado), o tiene infinitas soluciones (es indeterminado).

Existen varios métodos elementales para resolver sistemas de ecuaciones: el método de sustitución, el método de igualación y el método de reducción. A continuación se aplican en la resolución de sistemas de dos ecuaciones con dos incógnitas.

El método de sustitución consiste en despejar una de las incógnitas en una de las ecuaciones y sustituir su expresión en la otra, la cual se transformará en una ecuación con una incógnita que se puede resolver. Una vez conocido el valor de dicha incógnita se obtiene, de inmediato, el valor de la otra. 


La solución de este sistema es = 3,  - 2 porque es solución de ambas ecuaciones. Es, por tanto, un sistema compatible.

El método de igualación consiste en despejar la misma incógnita en las dos ecuaciones e igualar sus expresiones, obteniendo así una ecuación con una incógnita. Una vez resuelta se obtiene fácilmente el valor de la otra incógnita.
Para resolver por igualación el sistema anterior, se puede despejar la x en ambas ecuaciones e igualar sus expresiones:


El método de reducción consiste en procurar que una de las incógnitas tenga el mismo coeficiente en las dos ecuaciones para que, al restarlas miembro a miembro, se elimine dicha incógnita, dando lugar a una ecuación con sólo la otra incógnita. Se resuelve dicha ecuación y el valor de la incógnita se sustituye en una de las ecuaciones primitivas, y con ello se puede obtener el valor de la otra incógnita.

Para resolver por reducción el mismo sistema:

se multiplican los dos miembros de la primera ecuación por 2 con el fin de que el coeficiente de la x sea el mismo en ambas ecuaciones: 
4x – 10y = 32  y  4x + y = 10
Ahora, restando miembro a miembro se obtiene la ecuación siguiente:
– 11 y = 22 Þ y = 22 : (– 11) Þ y = – 2.

Y se sustituye en una de las ecuaciones iniciales:

2x – 5(–2) = 16 Þ 2x + 10 = 16 Þ 2x = 6 Þ x = 3

La solución es  = 3,  = -2.

Representación gráfica


La representación de un sistema de dos ecuaciones lineales con dos incógnitas consiste en un par de rectas, si éstas se cortan, el sistema es compatible determinado y las coordenadas del punto de corte son la solución del sistema. Si las rectas son paralelas, el sistema es incompatible. Si las rectas son coincidentes (son la misma recta), el sistema es compatible indeterminado: sus soluciones son todos los puntos de la recta.

Por ejemplo, el sistema de ecuaciones


Se trazan ambas rectas y el punto donde se cortan es la solución del sistema.



El punto en que se cortan las rectas, (2,1), es la solución del sistema: = 2, = 1.

Una ecuación lineal con tres incógnitas, ax + by + czd, se representa generalmente mediante un plano en un sistema de R3. La representación de un sistema de tres ecuaciones lineales con tres incógnitas consiste en tres planos cuya posición relativa determina que el sistema sea compatible o incompatible. Si los tres planos se cortan en una recta, el sistema es compatible indeterminado, pues tiene infinitas soluciones. Si no se cortan (no existe ningún valor para x, y, z) el sistema es incompatible.



Si el sistema de ecuaciones con tres incógnitas puede ser representado por rectas en un espacio (por lo menos cuatro dimensiones), en ese caso si las tres se cortan en un punto el sistema es compatible determinado.


Resolución de ecuaciones racionales



En este caso tenemos "fracciones" con polinomios. Se recomienda factorizar siempre el denominador para poder buscar el denominador común y reducir la operación a un polinomio (generalmente de primer o segundo grado) al que se lo resuelve como una ecuación común.




Factorizamos el denominador que no sea lineal.

Se opera igual que una suma de fracciones, se tiene a (x  1) y (x + 1) como factor común en los denominadores de ambos miembros.

Se simplifican los denominadores quedando una ecuación lineal. 

Se despeja x.


Resolución de ecuaciones exponenciales y logarítmicas


En este tipo de ecuaciones se debe tener presentes las propiedades de logaritmos ya que las funciones exponenciales y logarítmicas son inversas una de otras.

Ecuación exponencial:

Aplicamos logaritmo a ambos miembros de la ecuación. 

Al resolverse el logaritmo queda una ecuación  la que puede ser lineal o cuadrática. De ser cuadrática se aplica la ecuación para resolverla. 

En este caso es lineal así que se despeja x. 

Aplicamos definición de logaritmo. 

Como no hay ningún número que indique la base del logaritmo, la base es 10. 

Por definición, el resultado del logaritmo es la potencia, así que queda 102.

Al quedar una ecuación se despeja x.

(Continuará ...)

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Teorema de Thales

Dibujemos un segmento cualquiera y llamémosle ab. En base a este segmento dibujemos otro de manera que este nuevo segmento sea tres veces mayor que ab. O sea cf = 3 ab.

Repitamos la operación. 

Tracemos un nuevo segmento que sea de distinta longitud que ab (llamémosle gh). Nuevamente, en base a gh, dibujemos otro de manera que este segmento contenga tres veces a gh. O sea il = 3 gh


Queda claro que en ambos casos el cociente de la división entre el segmento mayor y el menor dará como resultado 3.

Los segmentos no son iguales entre sí, pero la división nos da una igualdad. Esta propiedad se denomina proporción; cada par de segmentos es proporcional entre si.


Tracemos dos rectas cualesquiera y (por que se me antoja) las llamaré Juanito (color rojo) y Pedrito (color verde).


Puedo trazar infinitas rectas paralelas, pero por cuestión de espacio sólo trazaré 5 de manera que corte a ambas rectas y para simplificar nuestro entendimiento cada paralela estará a igual distancia de la que le sigue.


Cada una de las rectas queda subdividida en partes, cada parte es un segmento al que le pondremos una letra para poder identificarlo.

Como las paralelas están a igual distancia una de otras ¿como son los segmentos que se hallan en cada una de las rectas?


Ahora estamos en condiciones de entender el enunciado del primer teorema de Thales.

"Si tres o más rectas paralelas son cortadas por dos rectas transversales, la razón de dos segmentos cualesquiera de una de ellas, es igual a la razón de los segmentos correspondientes en la otra."

En palabras más simples, tomando dos segmentos, ubicados en el mismo lugar,  en cada una de las transversales serán directamente proporcionales.




Desarrollo de las ecuaciones trigonométricas

Repasemos (para el que se olvidó o el que no lo conoce) en famosísimo teorema de Thales.


Dibujemos un segmento cualquiera y llamémosle ab. En base a este segmento dibujemos otro de manera que este nuevo segmento sea tres veces mayor que ab. O sea cf = 3 ab.

Repitamos la operación. 


Tracemos un nuevo segmento que sea de distinta longitud que ab (llamémosle gh). Nuevamente, en base a gh, dibujemos otro de manera que este segmento contenga tres veces a gh. O sea il = 3 gh


Queda claro que en ambos casos el cociente de la división entre el segmento mayor y el menor dará como resultado 3.

Los segmentos no son iguales entre sí, pero la división nos da una igualdad. Esta propiedad se denomina proporción; cada par de segmentos es proporcional entre si.


Los segmentos no son iguales entre sí, pero la división nos da una igualdad. Esta propiedad se denomina proporción; cada par de segmentos es proporcional entre si.


Desde Thales hasta las funciones trigonométricas

Cada par de lados homólogos (que se ubican en la misma posición) de un triángulo rectángulo cuyos ángulos sean iguales serán proporcionales. Por ejemplo, dibujemos a cada par de segmentos en forma perpendicular haciendo coincidir uno de sus vértices. Vemos en la figura que el punto b y c coinciden en la misma posición, así que, desechamos al segundo. Lo mismo hacemos con h e i. Tracemos el lado que falta (la hipotenusa) para completar cada triángulo. Si queremos averiguar el valor de los lados que hemos trazado, aplicamos Pitágoras. Ahora demostremos que estos lados también son proporcionales.


Los lados de los triángulos son proporcionales, las figuras son semejantes y los ángulos congruentes. Es muy importante destacar que el ángulo (comprendido par cada par de lados homólogos) en todos los casos es el mismo. Este hecho es de vital importancia ya que permite relacionar a los ángulos con la razón de la proporción de los lados. Esta relación presenta la propiedad de unicidad y la propiedad de completitud (para cada par de lados homólogos existe siempre un único valor (razón) relacionado con una determinada [existe y es única] amplitud angular), por lo tanto se establece una función, a las que llamaremos trigonométrica.


¿Cómo resolver un ejercicio de límite?

Generalmente los límites pueden hallarse fácilmente, pero pueden aparecer indeterminaciones, o sea, cuantas que matemáticamente no tienen solución. Las más comunes son 0/0 (cero sobre cero) e ∞/∞ (infinito sobre infinito) pero puede hallarse el 0 . ∞ (cero por infinito) ∞ ─ ∞ (infinito menos infinito) 1 (Uno elevado a la infinito, que aunque parezca difícil creerlo, no es uno). Para "salvar" estas indeterminaciones y hallar el verdadero valor que se halla escondido dentro de la operación del límite, necesitamos operar matemáticamente, aplicando diversos métodos, desde polinomios hasta logaritmos, inclusive aplicando derivadas (que posiblemente aún no hayas visto). Veremos un ejemplo básico de cada uno de los casos que se te puedan presentar y trataré de explicarlo lo más claro posible... pero como siempre, luego necesitas practicar para poder "dominar" este tema.

Límite tipo 0/0

Empecemos por un limite de polinomios. Para poder resolver y "salvar" la indeterminación lo que necesitas es factorizar el polinomio (tanto el numerador como el denominador) para poder simplificar el binomio que hace cero tanto el numerador (arriba) como el denominador (abajo)

Pasemos al ejercicio.

Ahora debemos  ver que el limite sea una indeterminación.
Reemplazamos cada x por el valor al que tiende, 1, y hacemos las cuentas para asegurarnos que tanto el numerador como el denominador nos den cero.
Este procedimiento te evitará trabajar de más (que es lo que todo estudiante desea evitar... )


Ahora procedamos a factorizar ambos polinomios para posteriormente simplificar el binomio que nos hace cero arriba y abajo. Ojo hasta que no simplifiques ambos seguirán dando como resultado cero, por lo que es indispensable "simplificar" para resolver el ejercicio.


Ahora sólo tenemos que reemplazar x por el valor al que tiende y hallar el verdadero valor del límite.


Fíjense que cada vez que reemplazamos x por su valor, no escribimos lim, ya que sólo se escribe cuando está x.

Ahora le toca el turno a las raíces.


Lo primero es ver si hay indeterminación. Reemplacemos cada una de las x por 2 y hacemos las cuentas.


Un vez que hemos comprobado que hay indeterminación, para salvarla, necesitamos operar matemáticamente.

El procedimiento es bastante sencillo. Primeramente podemos factorizar el binomio del denominador (abajo).

3x – 6 = 3 (x – 2)  Siempre nos conviene factorizar, cuando podemos, ya que nos permitirá simplificar más tarde.

Como hay una raíz, necesitamos racionalizar, para ello multiplicamos el numerador (arriba) y el denominador (abajo) por la misma expresión. (Hay que recordar que mientras se mantenga la igualdad en matemática se puede hacer lo que uno quiere, como es una multiplicación el uno no altera el resultado, bien, la fracción con el numerador y el denominador iguales nos dará 1, así que podemos hacer "desaparecer" la raíz sin que se altere el resultado) 

En el numerador (arriba) hacemos distributiva lo que posteriormente nos permitirá factorizar y hallar el binomio que está anulando (haciendo cero) la operación. Es el (x – 2) que aparece arriba y abajo una vez factorizado.

Ojo, siempre necesitamos simplificarlos para que la indeterminación se vaya.
Después volvemos a reemplazar x por 2 y, haciendo la cuenta, obtenemos el verdadero valor al que tiende el límite.


Ahora veamos que sucede cuando x tiende a cero.

Veamos un ejercicio fácil, el procedimiento es el mismo para cualquiera de estos tipos de ejercicios.

Verifiquemos la indeterminación


La propia x es, en este caso, la causante de la indeterminación, así que podemos factorizarla para poder simplificarla posteriormente.


Límite tipo ∞/∞


Para poder resolver este tipo de límites debemos recordar que:


Para resolver este tipo de límites podemos factorizar, pero en este caso (para que se entienda el por qué) iremos por el camino difícil.

   
Primeramente recordemos que en matemática, mientras mantengamos la igualdad, podemos hacer lo que queramos. En la multiplicación el 1 es el elemento neutro, o sea que multiplicar por uno no modifica nuestro resultado. El dividir entre sí a 1/x nos da 1, así que podemos multiplicar por el cociente (división) de 1/x (en el cuadrado amarillo del ejercicio) lo que nos permitirá (distribuyendo y simplificando) obtener una operación equivalente que nos permitirá salvar la indeterminación.

Compliquemos un poco más las cosas.


Muy bien.... ¿Y ahora como procedemos? Cuando nos encontramos frente a un ejercicio que no hicimos antes buscamos uno parecido que hallamos resuelto y nos fijamos que hicimos. En el ejercicio anterior dividimos todo por x, así que volvamos a hacerlo.


O sea que dividir por x no basta ya que el grado del polinomio en dos, y nos sigue quedando una indeterminación. Así que intentémoslo nuevamente pero esta vez con x2.


Así que, sencillamente, necesitamos utilizar el grado mayor de cada uno de los polinomios para salvar la indeterminación. Probemos nuestra "teoría" con otro ejercicio. (Ojo, para mantener la igualdad debemos utilizar el mismo grado)


Procedemos, entonces a salvar la indeterminación dividiendo (arriba y abajo) por una x con el grado máximo del polinomio (x5 en este caso)


Creo que habrán notado que hasta ahora sólo hemos utilizado polinomios de igual grado en nuestra cuentas, es tiempo de dar otro paso adelante y ver que sucede cuando los polinomios son de distintos grados. Tenemos dos opciones, que el de mayor grado esté en el numerador ó que esté en el denominador.

Veamos la primera opción: mayor grado esté en el numerador.

Ahora veamos que sucede cuando el mayor grado está en el denominador


Así que tenemos tres posibilidades cuando resolvemos limites que tienden a infinito:

a) Si los polinomios son de igual grado, el límite será finito, (o sea nos dará un número)
b) Si los polinomios no son de igual grado, y el numerador (arriba) es el de mayor grado, tendremos como límite a infinito.
c) Si los polinomios no son de igual grado, y el denominador (abajo) es el de mayor grado, tendremos como límite a cero.